Estamos muy cerca de un punto de no retorno con respecto al cambio climático. Es hora de trabajar no solo para reducir nuestro impacto, sino para revertirlo e incluso restaurar los ecosistemas.
Primero, ¿qué es la Economía Circular?
En una Economía Circular, los productos (más concretamente, sus envases) no tienen un destino final, o al menos no en la forma en que solemos pensarlo. Cada pieza de plástico, papel y metal está diseñada para descomponerse por completo (donde las plantas pueden usarla como nutrientes) o ser reutilizada en nuevos productos. Este concepto puede parecer un reciclaje con pasos adicionales, pero está lejos de serlo.
La Economía Circular es mucho más que simplemente reciclar residuos. También incorpora la circularidad en el diseño del producto, algo que, como era de esperar, se etiqueta como “Diseño circular”. Esto significa que los productos se desarrollan con materiales que son más fáciles de reciclar con procesos más ecológicos. Las empresas empiezan a asumir la responsabilidad de recoger y reciclar los residuos.
¿Por qué las empresas invertirían en circularidad?
El actual sistema lineal de extracción, fabricación, uso y desecho ha llegado a sus límites debido al agotamiento de los recursos, las materias primas y la acumulación de desechos. Si bien este modelo puede parecer más práctico para las empresas, la investigación académica y los experimentos prácticos apuntan a todo lo contrario. Parece que la sostenibilidad también es beneficiosa para su balance final.
Los ejecutivos suelen ser reacios a colocar la sustentabilidad en el centro de la estrategia corporativa, pero los consumidores no. El cliente promedio de hoy está más preocupado que nunca por los problemas ambientales. La Encuesta de Sostenibilidad del Consumidor (2019) encontró que el 72% de los consumidores compran más productos ecológicos que hace cinco años. Si bien muchos ignoran estas estadísticas a favor de las prácticas tradicionales, la tendencia solo ha mostrado signos de crecimiento.
5 modelos de negocio y frentes de acción de la Economía Circular
Como se indicó anteriormente, la circularidad es mucho más que simplemente reciclar envases e incluye una larga lista de modelos y prácticas que impulsan negocios más ecológicos y sostenibles. Vea abajo:
1. Diseño de empaque
Un contribuyente significativo a los desechos en nuestro medio ambiente no son los FMGC como el agua embotellada y el chocolate; es el empaque en el que vienen. Las empresas dentro de la Economía Circular utilizan el diseño sostenible para hacer empaques a partir de materiales reciclados, ya sean componibles o inexistentes.
Tome Danone, por ejemplo: a partir de 2018, el 87% del embalaje total de Danone (y el 77% de su embalaje de plástico) era reutilizable, reciclable o compostable. Y al menos el 50% de sus volúmenes de agua se venden en garrafas reutilizables.
2. Desmaterialización
Gente de tecnología, esto es para ustedes . Puede pensar que usar un CSP (proveedor de servicios en la nube) no es necesariamente verde, pero los números comienzan a diferir. La investigación colaborativa de Berkeley Lab y la Universidad Northwestern (financiada por Google) reveló que la computación en la nube podría reducir el consumo de energía en un asombroso 87 %.
Lo lograron trasladando el almacenamiento y el procesamiento a la nube, una forma de desmaterialización. Los CSP pueden atender múltiples clientes con el mismo hardware, lo que significa que las empresas comparten los sistemas que ejecutan sus programas. Menos hardware significa menos energía utilizada y más eficiencia.
3. Sistemas de producto-servicio
Un sistema producto-servicio significa dotar a un producto físico de recursos digitales, evitando así alimentar el ciclo de consumo y descarte. Un caso de éxito en este sentido es Adobe, pero en este caso todo se ha vuelto totalmente digital: desde el modelo de suscripción hasta las actualizaciones de su software, ahora alojado en la nube .
4. Gestión de residuos
Las empresas pueden tener un impacto significativo en la sostenibilidad global al asumir la responsabilidad de la gestión de sus residuos. Durante años, tanto las empresas como los gobiernos han pregonado que la responsabilidad del reciclaje debe recaer en el consumidor, pero empresas como Coca-Cola están comenzando a comprender la necesidad de que los fabricantes asuman esa responsabilidad. La compañía se comprometió a recolectar y reciclar una botella o lata por cada una vendida para 2030.
5. Extensión de la vida útil del producto
Parece que todas las empresas están buscando formas de incorporar la obsolescencia programada en sus productos. Es posible que haya oído hablar de la; conspiración de la vida útil de la bombilla o ciertas compañías telefónicas que ralentizan sus modelos más antiguos con actualizaciones de software. Pero muchas empresas están comenzando a comprender el beneficio que la extensión de la vida útil del producto puede ofrecer a sus clientes y, en consecuencia, a sus relaciones con los clientes.
Caterpillar, por ejemplo, es uno de los líderes mundiales en remanufactura. Tienen una estrategia que se enfoca en extender la vida útil de un producto a su capacidad máxima mientras ayudan a sus clientes a aprovechar al máximo sus productos.
Design For Change: dos historias de circularidad empresarial
Si bien ya le hemos brindado cinco ejemplos de empresas que se esfuerzan por incorporar prácticas circulares en sus operaciones diarias, pensamos que sería bueno brindarle algunos ejemplos más.
1. Programa de reciclaje de prendas Common Threads de Patagonia
Patagonia es una empresa que ha construido su imperio de ropa con ropa deportiva y para actividades al aire libre. Entonces, no sorprende que la compañía tenga (y perdónenme por esta terrible analogía) varios dedos en una variedad de pasteles sostenibles.
La marca ha donado continuamente una parte de sus ganancias a causas ambientales valiosas, cambió sus materiales por algodón orgánico, invirtió en edificios con certificación LEED y certificación FSC, y se asoció con la organización “1% for the Planet”. Pero quizás su práctica de sostenibilidad más emocionante es su programa de reciclaje de prendas Common Threads.
El programa (lanzado en 2011) recogió 45 toneladas de ropa de sus clientes para reciclar y fabricó 34 toneladas de ropa nueva. Alentaron a los consumidores a reparar y reutilizar su ropa en lugar de desecharla. La empresa también se centró en la fabricación de productos de mayor calidad con una vida útil más larga. Patagonia también ofrece un servicio gratuito de reparación al cliente para extender la vida útil de sus productos para la ropa que se desgasta.
También realizaron una campaña de marketing titulada “No compres esta chaqueta”, que instaba a los consumidores a no realizar compras frívolas si ya tenían una solución adecuada en casa. Patagonia es un raro ejemplo de una empresa que pondrá activamente la sostenibilidad por encima de las ganancias, algo que hoy en día se necesita desesperadamente.
2. Programa Amazonía Inteligente de Pro Natura por MJV
Pro Natura diseñó el programa Smart Amazon para ofrecer soluciones sostenibles e innovadoras para los problemas de sostenibilidad más apremiantes de Amazon, con la visión de crear una prueba de concepto para escalar en otras regiones.
Dentro del programa se creó el proyecto Pro Natura Smart. Su objetivo es utilizar tecnologías avanzadas y metodologías modernas de cadena de productos para impactar positivamente en las comunidades y el ecosistema que rodea la producción de açaí y replicar estos resultados en diferentes sectores y entornos.
El desafío era comprender cómo integrar la tecnología en la cadena productiva del açaí en la comunidad de Curralinho, en el corazón de la Amazonía brasileña. El objetivo era mejorar la calidad de vida de los productores, facilitar su trabajo diario y aumentar los ingresos y la sostenibilidad.
Luego se llamó a MJV para realizar una inmersión profunda con diferentes miembros de la comunidad para comprender su contexto, dolores y necesidades. La cadena de valor del açaí fue mapeada y analizada teniendo en cuenta la circularidad y la sostenibilidad, lo que permitió al equipo identificar varias brechas dentro del modelo actual y oportunidades de mejora.
Como resultado de este trabajo, Pro Natura Smart pudo planificar un MVP (producto mínimo viable) para la producción sostenible de acai alineado con las necesidades de la comunidad.
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Independientemente de cómo se sienta acerca del estado de las prácticas sostenibles dentro de las empresas, las empresas de todo el mundo (incluidos muchos gigantes de la industria) están invirtiendo en la transformación sostenible.
Si bien nos referimos principalmente a ejemplos de circularidad dentro de las empresas, los beneficios de ‘volverse ecológico’ son asombrosos. Y los estudios muestran que estos beneficios solo aumentarán a medida que pase el tiempo. Entrar ahora en prácticas respetuosas con el medio ambiente asegurará su lugar en el mercado del futuro.